Liderar no es fcil. Y mucho menos cuando se confunde liderazgo con gestionar desde la desconexin emocional y el control. Estas ltimas semanas viv una experiencia que no solo me hizo reflexionar, sino que tambin puso en riesgo algo tan valioso como mi salud fsica y emocional.
En mi entorno laboral, he convivido con alguien que, pese a llevar aos en una posicin de liderazgo, parece haber olvidado que liderar no es mandar, sino conectar. Sus acciones ?o la falta de ellas? no solo sembraron un clima de tensin y miedo, sino que fracturaron al equipo.
El ambiente se volvi txico. La reactividad se instal entre los compaeros, los actos egostas se multiplicaron, y algunos comenzaron a correr al despacho para "cubrirse las espaldas". No era una cuestin de colaboracin, sino de supervivencia, y eso, en un entorno laboral, es una receta para el desastre.
Por mi parte, volv a un patrn que crea superado: el de convertirme en "Superwoman". Asum ms de lo que me corresponda, cargando con tareas y emociones ajenas en un intento de mantener todo a flote. Pero ser Superwoman no es sinnimo de fuerza, sino de desgaste. La consecuencia no tard en llegar: una crisis hipertensiva, provocada por el aumento del cortisol y ese estado de alerta constante que ya no poda sostener.
Esta situacin no solo afect mi presente, sino que trajo a la superficie recuerdos de una experiencia similar que viv hace cinco aos con otro de estos lderes autoritarios. En aquella ocasin, la presin y la tensin laboral tuvieron un impacto devastador en mi vida privada, llevndome a perder el equilibrio emocional y personal.
Ese episodio marc un antes y un despus en mi vida. Me empuj a reflexionar profundamente sobre mis lmites y prioridades, y fue una de las razones que me llev a escribir La llave de la puerta la tienes t. En ese libro quise compartir las herramientas que me ayudaron a reencontrarme conmigo misma, a recuperar mi fortaleza y a recordar que, incluso en los momentos ms oscuros, siempre tenemos la capacidad de abrir nuevas puertas.
Cuando alguien en una posicin de liderazgo no ejerce con empata, las consecuencias van mucho ms all del trabajo. Las personas sufren, los equipos se rompen y, en algunos casos, incluso se ven afectadas vidas completas.
En mi caso, esta experiencia me record algo que nunca debera olvidar: que la salud y el bienestar no son negociables. Ni el trabajo, ni las exigencias externas, ni el deseo de demostrar nada a nadie justifican sacrificar nuestra salud fsica o emocional.
Aunque fue difcil, esta experiencia me dej aprendizajes valiosos:
Y aqu es donde surge la gran pregunta: Es esto lo que ensean los programas de formacin en liderazgo? Preparan a las personas para gestionar sin empata y desconectadas del impacto que tienen en sus equipos?
Si el liderazgo se reduce a mtricas, reuniones y objetivos, estamos fallando en lo ms bsico. Liderar es, ante todo, un acto humano: implica escuchar, conectar y mediar, no solo dirigir o controlar.
A pesar de las dificultades, hoy puedo decir "gracias". Gracias porque esta experiencia me hizo recordar exactamente dnde no quiero estar, ni cmo quiero ser.
No quiero volver a ser "Superwoman". Esa versin de m misma, aunque eficaz en apariencia, no es sostenible ni saludable. Quiero liderar mi vida desde el autocuidado y la empata, no desde el sacrificio constante.
Esta experiencia me ha devuelto claridad. Me ha reafirmado en mi propsito y en la importancia de priorizar lo que realmente importa: cuidar de los dems sin olvidarme de m misma. Y, sobre todo, me ha recordado que, aunque a veces el camino sea difcil, siempre tengo la llave para abrir nuevas puertas.
Mar Snchez
tocacuidarme.com